domingo, 10 de abril de 2016

Altamira, querida por miles y reflejo de muchos españoles

Primeras firmas que aparecen en el libro de visitas de Altamira en 1928, de María Sanz de Sautuola, niña que descubrió las pinturas de la cueva, y de representantes de la Junta Protectora, entre ellos el Duque de Alba. EFESantander, 10 abr (EFE).- Solo un bien Patrimonio de la Humanidad, cita obligada en manuales y reproducido hasta el hartazgo como icono turístico y cultural, puede atraer, como Altamira, a reyes, artistas, eruditos, celebridades y gente común, y dar pie a miles de páginas de comentarios de paisanos a los que esta joya no deja indiferentes.