Madrid, 10 abr (EFE).- Que perrito rima con gatito está claro, pero éste no es el tipo de poesía que el poeta Luis García Montero quiere usar para enseñar a los niños y niñas inquietos de qué va su oficio, sino la poesía que nace de su día a día, esa que hace llorar o reír, la que es "importante en la formación de las personas".