Madrid, 30 sep (EFE).- Aunque ahora parezca ciencia ficción, Juan Eslava Galán recuerda que para coger de la mano a su primera novia, la joven tuvo que pedir permiso a su confesor, una situación ocurrida en una España en la que "todo era" pecado de lujuria y cuyas transgresiones recoge el autor en un libro.