En Rebels without a pause, Muir Vidler retrata a la pensionista más tatuada del mundo. Y no lo decimos nosotros, lo decía el Libro Guinness de los Récords sobre Isobel Varley, la anciana que hasta su muerte hace cuatro meses, a los 77 años, tenía más de 200 tatuajes. Todas las imágenes retratan a británicos que tienen dos cosas en común: han entrado en la tercera edad y nunca han dejado de molar.
etiquetas: tercera edad, tatuajes, mods, punks, rockers
noticia original (www.playgroundmag.net)