La maquinaria jurídica de la Asociación Española de Banca (AEB) se ha puesto en marcha en una operación manejada con todas las reservas pero que está destinada a frenar como sea la circular anunciada por la CNMV para clasificar los instrumentos financieros e identificar los denominados productos "especialmente complejos". Los grandes bancos no están por la labor de modificar toda su literatura comercial de una manera generalizada y solicitan que las advertencias exigidas por el regulador se hagan de una forma individualizada
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