âPólvora, tabaco y cueroâ es una obra de múltiples resonancias: el primer detective anarquista en la historia de la novela negra; una protagonista que libra una batalla por la igualdad de las mujeres en unos tiempos particularmente machistas; la presencia en el relato de personajes históricos como el general Miaja o el escritor Arturo Barea; un homenaje al momento más heroico de Madrid, aquel del â¡No pasarán!â, cuando la ciudad, cercada y bombardeada, hambrienta y aterida de frío, se convirtió, como dijo el poeta Antonio Machado, en ârompeolas
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