¿Por qué inventar excusas cuando podemos, simplemente, decir que no queremos hacer algo?.- En nuestra idea tradicional de cortesía, suena hasta descortés, beligerante, decir que no. Cuando no tendría por qué. Cuando ocurren los referendos de Grecia, hace tres años, algunos psicólogos anotaron que, ante la duda, y en igualdad de condiciones, la gente siempre elegía el sí al no. Bartleby responde a la burguesía creciente con su propio lenguaje: d ice que no con una afabilidad y una calma pasmosas.
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