Más de quince mil personas fueron procesadas en 2017 por tratar de regresar al país después de su deportación. Adrián Luna, como casi todos ellos, tenía hijos, pareja y toda su vida en un pueblo de Estados Unidos. Pero murió intentando regresar. Belinda Luna, la bibliotecaria de esta localidad fronteriza en la zona agrícola de Idaho, todavía tiembla cuando recuerda esa visita, hace poco más de un año, a una oficina del Servicio de Inmigración y Aduanas en Idaho Falls.
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noticia original (www.nytimes.com)