La Biblia es un libro en el que muere hasta el apuntador. No se libra ni Dios. Lo de Juego de Tronos al lado de mi libro es un juego sí, pero de niños. Nada más empezar ya tenemos a los primeros hermanos de la historia matándose el uno al otro. También asistimos una y otra vez a asesinatos en masa, como cuando lancé el diluvio, o de bebés, como cuando ejecuté la matanza de los primogénitos egipcios. Y tenemos muertes de lo más curiosas:
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