lunes, 10 de diciembre de 2018

Sobre: Libertad de expresión

Hoy me interesa traer a debate un tema interesante que surgió ayer discutiendo sobre otro artículo y es el "miedo" a la libertad de expresión de "la izquierda".

Antes de continuar, animoso lector, permíteme ponerte en antecedentes sobre mi postura acerca de esta casa, los admin, el sistema de negativos y el uso que se hace de los mismos, los cuales voy a resumir en un concepto que admito es muy subjetivo: puta mierda. Yo vengo aquí a debatir y partirme el culo, a veces a aprender algo nuevo, a veces a buscar confrontación intelectual, a veces porque simplemente estoy aburrido, la motivación cambia según el día y mi estado de ánimo y diatribas que haya podido soltar hace 2 meses no tienen coherencia con otras que haya podido soltar ayer o hace dos años, todo depende del momento en el que me preguntes, el contexto es crucial, sin embargo suelo tender a afirmar que la libre confrontació n de ideas es un ámbito sano, y en esta casa mucha gente (tanto cercanos a mi punto de vista como en las antípodas) hace un uso que para mi punto de vista es muy torticero del sistema de negativos para invisibilizar noticias o discursos, y los admin reparten strikes según la ley de masas de sus santos cojones, lo cual no veo con buenos ojos (¡Free Sacreew!)

Obviamente hay límites a esa libertad de expresión, no vería con buenos ojos que se apunte el nombre y dirección real de una persona en el contexto de un linchamiento online, no por cohibir su libertad a informar, sino por la puta cafrada que es alentar a la turba al ataque personal, también tengo bastantes dudas acerca de ciertos mensajes de incitación al odio contra colectivos dichos desde un concepto no satírico (yo puedo hacer bromas en base a la aplicación de la solución final para los sincebollistas, no veo un problema en ello, e s remarcadamente satírico y todos sabemos que si no le echan cebolla es que ya están muertos por dentro, sin embargo cuando, por llevar el discurso hacia ti amigo nacional que estas deseando ponerme a parir, un usuario de remarcada tendencia izquierdista dice cosas como la policía merece un tiro en la nuca, pues oye, yo soy el primero que no se siente cómodo) una vez más, el contexto es fundamental, y tú puedes decir "ACAB" o "Puto rojo te mandaba yo a Polonia en tren" y no pasa absolutamente nada siempre y cuando el contexto no implique una amenaza real, velada o no, creo que este es un punto en el que seas de un color u otro ambos podemos estar de acuerdo.

Una vez establecido el límite entre lo que yo al menos considero libertad de expresión moralmente aceptable, empiezan a desdibujarse las cosas, a mí me gusta jugar con el lenguaje y adoptar formas de expresión y giros lingüísticos que no me s on propios en un alarde de total falta de respeto sobre la apropiación cultural, en pro de causar más impacto o simplemente partirme el puto ojete, soy así de infantil y no tengo reparos en decir marica, negrata, sudaca, blanquito, retrasado, loca del coño o pollaherida, son palabras y como tal hago uso y abuso de ellas para exponer mis idioteces, soy consciente de la cantidad de mierda que hay alrededor de estos términos y el hecho de que originalmente fuesen palabras utilizadas dentro de discursos de odio y a día de hoy pueda asimilarlas y las pueda utilizar desde un punto de vista satírico o para enfatizar gilipolleces despojándolas de su sentido original no va a ser algo por lo que me vaya a sentir ofendido por mucho que me digan que no puedo usarlas, no meu, yo (y tu querido lector) cuando utilizas un lenguaje especifico lo usas para exponer una idea, si tu idea es tergiversada por tu interlocutor por su bagaje cultural es un problema de comunicación, se expone el asunto (no meu, yo cuando digo nenaza no me refiero a que considere que las mujeres son inferiores, estoy utilizando la acepción que representa que eres un pusilánime de mierda y un jodido llorica, lo cual por otra parte estás reforzando) y listo.

Hasta aquí el lector del área más conservadora bate palmas con las orejas, pero este último párrafo tiene otra connotación, si te quejas de que no puedes decir moromierda para referirte coloquialmente a una persona de etnia árabe que te ha tocado los huevos, porque te acusan de racismo a la primera de cambio, igual es momento de plantearse por que yo, sucio rojo bolchevique, no puedo decir nazi, fascista o franquista para referirme a una persona de marcada tendencia conservadora independientemente de que no se sienta identificado con esa etiqueta (¿Todos los homosexuales se sienten identificados con la etique ta de marica con pluma clásica? ¿Todos los negratas son del Bronx? ¿Todas las locas del coño siguen los postulados del ala más loca de la 3º ola?) y enarbola exactamente la misma bandera del victimismo que tanto se supone que repudia, porque amigos, aquí se desdibujan las cosas, ni todos los homosexuales son locas, ni todas las feministas son feminazis, ni todos los pelirrojos son Pablo Motos, y jode mucho que utilicen el lenguaje para insultarte usando palabras peyorativas que no te definen, como si tu fueses un vulgar maricon.

Por eso, queridos negratas, judíos, moromierdas, locas del coño, maricas, boyeras, tiraflechas y rojacos, cuando hablo de Vox y lo llevo al marco de partido fascista, franquista o nazi, lo hago desde una perspectiva de licencia literaria que no tiene que ver exactamente con el termino fascista, franquista o nazi, si no con la imagen platónica, que como defensores de la libertad de expr esión a ultranza que sois estaréis de acuerdo conmigo hay en un movimiento que escondiéndose detrás de la lucha contra la corrección política, acompaña ese discurso con una serie de puntos como la ilegalización de partidos, incremento de las penas a delitos contra la corona o símbolos de España, supresión de las lenguas cooficiales, el ensalzamiento del patriotismo más carpetovetónico por ley, supresión de ley de memoria histórica, liberalización del suelo, persecución del inmigrante, contra el aborto y el derecho a la eutanasia, apoyo a la concertada, protección de los toros, ampliación de la ley de legítima defensa, cadena perpetua, o antieuropeismo... Y ojo, no es que lo diga porque si, es que podéis verlo tan a gustito en su programa político, que está subido y es público. Si os interesa echarle un vistazo -> < a href="https://www.voxespana.es/biblioteca/espana/2018m/gal_c2d72e181103013447.pdf">aquí

Y ya totalmente offtopic hay otro punto interesante a tener en cuenta sobre todo este meollo hablando de temas raciales, lo voy a soltar desde mis propias experiencias vitales, yo hice un Erasmus en Göteborg, Suecia, donde me lo pasé de putisima madre conocí a un montón de gente estupenda, unos fiestones que pa que os voy a contar y fue en general una experiencia muy positiva en mi vida, sin embargo también fue la primera vez que me confronté a un hecho del que no había sido consciente antes. No soy blanco. Y me la voy a jugar a que tu, lector que lees esto en castellano, tampoco lo eres, si viajas a países del norte de Europa o incluso en los Estados Unidos descubrirás con sorpresa que para el resto del mundo eres "mediterráneo" o "mestizo" o "latino", no es que sea un dato trascendental, pero es curioso que s e hable desde España del despiadado ataque que busca acabar con la civilización occidental revisando la actuación de los WASP cuando no somos White, no somos AngloSaxon y tampoco Protestants y de hecho es un colectivo que tradicionalmente ha despreciado a los latinos e hispanos... Pero que ahora que se cuestiona su figura histórica apelan al victimismo... No es que tenga absolutamente nada en contra de los anglosajones, ni de los bancos, ni de los protestantes (más allá de mi recalcitrante ateísmo) pero, cuanto menos, resulta bastante irónico que las mismas personas que por estos lares remarcan la terrible historia del imperialismo británico y el tratamiento totalmente injusto que este hizo de la historia en lo referente a la figura de España, al acto siguiente defienda el que no se haga una revisión de los actos porque ellos también se identifican como blancos (blancos pero de los morenitos del sur de Europa) como si a nosotros, colegas, no nos hubiesen dado también por el culo.

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